viernes, marzo 31, 2006

Burbujas

El otro día por sorpresa me reencontré con un placer perdido, aunque más bien parece que nunca lo había encontrado…Una distracción que me deja embobado de rato en rato en el comedor observando la simplicidad de las cosas. Pues sí, he encontrado un pequeño recipiente cargado de agua con aun más diminuto instrumento para hacer burbujas, más comúnmente conocidas como pompas de jabón. Es increíble como una cosa tan aparentemente simple me puede dejar pasmado atalayando el aire por largos minutos, como unas esferas llenas de nada bailando al son de nuestros gestos me dejan tan fascinado. Las burbujas son perfectas. Sean mayores o menores, las burbujas definen unas esferas perfectas y frágiles capaces de conseguir lo que el hombre nunca consiguió: desafiar la gravedad. Están ahí, fluyendo por breves instantes mostrándome sus increíbles paralelismos con la Tierra y la vida misma.
La capa exterior de las burbujas parece incolora y transparente pero no lo es: miles de colores se combinan en las paredes de estos maravillosos globos en un incesante ajetreo formando una combinación de formas y movimientos que desde el primer momento me recordaron a nuestra madre Tierra vista desde el lejano espacio; así es, esta combinación de jabón i agua crea unos pequeños globos terráqueos que evolucionan de un modo acelerado imitando las nebulosas y anticiclones de la atmósfera hasta que en menos de una segundo se desvanece…y ya no hay planeta.
Pero ésta no es la similitud más asombrosa que me proporcionan estas pequeñas joyas: las burbujas parecen todas iguales, pero son tan distintas como las mujeres y sus juegos en el amor. Hay esas burbujas que mientras vas soplando se van haciendo grandes; no paran de crecer, las ves ahí, delante de tus ojos como te van poseyendo, tu corazón se llena de esperanza e ilusión por la gran burbuja que se crea delante de ti y tu cabeza empieza a imaginar como será cuando esté completa: la mente empieza a crear esas imágenes mentales de la gran burbuja perfecta que completarás, pero antes de que te puedas dar cuenta, la burbuja ha explotado delante de tus narices. Y ahí te quedas tú, pensando en como podía haber sido de bella esa burbuja cuando aún ni existía…Ésta es una de las más dolorosas, porque no llegas ni a volar con ella cuando todo tu cuerpo ya está dispuesto a hacerlo: la burbuja no quería volar contigo. También encontramos esa otra gran burbuja, la que, ahora sí, conseguiste hacer volar. Pero te fijas en ella y en tu subconsciente permanece la idea de que se puede romper muy fácilmente, de que más vale no acostumbrarse mucho a su presencia porque en el momento menos pensado “pam” y ya no está. A pesar de tu pesimismo la burbuja sigue flotando y viviendo a tu lado, parece que quiera demostrarte que no se irá de la noche a la mañana porque perdura en el aire volando contigo. Cuando finalmente dejas la desconfianza aparte y empiezas a disfrutar con toda tu alma a su lado, ésta se desvanece, dejándote una sensación que huele a cruel y desconsiderado. Ésta engendra más desconfianza en las demás burbujas, porque cuando finalmente abres tu corazón esperando recibir una dulce contrapartida, la muy pompa explota. Pero hay más. También sucede que dejas muchísimas burbujas flotando en el aire pero acabas fijándote solo en una. Y así es que la más bella burbuja flota con tal gracilidad que tienes ojos solo para ella, pero es la primera en explotar. Y en lugar de fijarte en todas las otras pequeñas pompas que perseveran en su vuelo para atraer tu mirada, lo único que se te ocurre es seguir haciendo pompas hasta volver a encontrar la primera burbuja que exploto y que, seguramente, nunca encontrarás, porque todas ellas son distintas. Incluso te parecerá que la encuentras de nuevo, que su forma y su gracilidad son la misma, pero seguro que las paredes muestran otra combinación de colores. Otro paralelismo ciertamente frustrante. Pero la idea de que todas las burbujas acaban explotando no me convence y creo que en mi comedor aun debe de quedar una burbuja, con paredes hechas del más ligero de los tejidos (pero al mismo tiempo el más resistente), que simuló explotar un día para, más tarde, cuando yo hubiera aprendido a volar con ella, aparecer de nuevo. De momento sigo jugando con las burbujas que me rodean, sigo creándolas y explotándolas una y otra vez sin acompañarlas; las admiro, amo su belleza, les doy gracias cada día porque me dejen mirarlas. No las persigo ni pretendo modificar su curso, pero a veces un extraño magnetismo las atrae a mí haciéndolas explotar chocando contra mi inmutable cuerpo, que no es más que un escudo para mi desconfiado y maltratado corazón.

Druida Posted by Picasa

martes, marzo 28, 2006

No matter the time or the distance

No matter the time or the distance which is separating and, probably, will separate us during our lifes, the only thing we need to know is that we will always be there for each other, that we have a connection unachievable in any place or time with anyone else, we share our lifes, we share our thoughts, we share our minds, we know what we are feeling, we know what being understood means, we are not just friends...
On monday I was sad, but not a usual sadness, it was like if I had reached heaven in two days and suddently I had gone back to earth as fast as I had flown.
I was more free than ever when we share that unforgettable trip in Venezuela, and I felt free again this weekend.
 Posted by Picasa

Quin parèntesi més maco

Realment va ser una visita breu però intensa, brindo sol per vosaltres que veu venir a fer-me veure Dublin d'una altra manera!!!
 Posted by Picasa

martes, marzo 21, 2006

Al meu Pare

Cantares

Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre la mar.

Nunca perseguí la gloria,
ni dejar en la memoria
de los hombres mi canción;
yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles,
como pompas de jabón.

Me gusta verlos pintarse
de sol y grana, volar
bajo el cielo azul, temblar
súbitamente y quebrarse...
Nunca perseguí la gloria.

Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.

Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.

Caminante no hay camino
sino estelas en la mar...

Hace algún tiempo en ese lugar
donde hoy los bosques se visten de espinos
se oyó la voz de un poeta gritar:
«Caminante no hay camino,
se hace camino al andar...»

golpe a golpe, verso a verso...

Murió el poeta lejos del hogar.
Le cubre el polvo de un país vecino.
Al alejarse le vieron llorar.
«Caminante no hay camino,
se hace camino al andar...»

golpe a golpe, verso a verso...

Cuando el jilguero no puede cantar,
cuando el poeta es un peregrino,
cuando de nada nos sirve rezar.
«Caminante no hay camino,
se hace camino al andar...»

golpe a golpe, verso a verso.

lunes, marzo 20, 2006

St. Patricks

El día se despertó sereno, tranquilo, harmoniosamente callado, frío. Pero a pesar de los copos de nieve que decoraban las calles al son del gélido viento se respiraba calidez. Parecía un día normal en las calles de la capital Irlandesa: calles saturadas de coches y autobuses evidenciando el desorganizado crecimiento de la nueva cosmópolis, O’Connell street rebosaba de gente como cada mañana y, en constante vigilancia, la estatua de Larkin observaba el incesante flujo de gente. Solo el ojo experto era capaz de detectar en esa fría mañana que algo había cambiado, que cierto movimiento hervía bajo el calmoso tejido social. No paraba de cruzarme con gente por esas ajetreadas vías que me mostraban rasgos comunes; no eran sus facciones, ni siquiera sus andares y mucho menos sus actitudes. Se trataba de algo más, se trataba de ese tono verde imperceptible a simple vista, pero que creaba una extraña sintonía en ese mar de almas. Pequeños detalles en forma de trébol en solapas, franjas verdes, blancas y naranjas en sombreros y graciosos personajes sacados de alguna obra de James Joyce de principios del siglo pasado eran descubiertos a cada paso. Pues sí, era la víspera de Saint Patricks day, patrón de los irlandeses. Pero cuando digo irlandeses, me refiero a todos, a esa gran cantidad de emigrantes que antaño debieron partir y que, con vidas creadas lejos de sus orígenes, aun se sienten tan irlandeses como sus antepasados. Ese espíritu jovial era contagioso y todo aquel que pisaba la isla se sentía irlandés como el que más. Finalmente se acabó el día 16 de Marzo para dar paso al esperado 17. Me levanté a las diez, con ganas de ver a esa muchedumbre ilusionada en las calles, que, a pesar del frío se mantendría en pie en las arterias de la capital haciendo honor a esos guerreros celtas que antaño lucharon en la intemperie contra los ejércitos británicos, que resistirían la nieve y las saetas en los campos verdes de Irlanda. Cual sorpresa la mía al ver la desfilada: la gente no faltaba y el verde reinaba pero había detalles que rompieron la idea que tenía cobijada en mis expectativas; decenas de barreras metálicas separaban pueblo y entretenimiento impidiendo que la calidez de un típico carnaval pudiera sentirse en esa fría mañana. Ni tan solo tuve la oportunidad de notarme cercano a la rua pues una segunda barrera humana entorpecía la vista y el paso. ¡Que sorprendentemente rápido nos refugiamos en un caluroso pub! Nos encontramos a la una del mediodía tomando la única cerveza permitida por nuestra conciencia ciudadana: una Guiness. I aún más grande fue mi asombro al verme rodeado por irlandeses del otro lado del océano; así era, una pareja de Iowa y un solitario Marylaniense compartían una conversación sobre la abundancia de compatriotas presente en la ciudad. Antes de tener tiempo de pedir otra poción negra nos invitaron a ir a un piso al lado de St. Patricks Cathedral (dónde la desfilada había de terminar). Bañando nuestras gargantas de nuevo en alcohol, pasamos dos buenas horas en el piso, pero a juzgar por mi estado al salir juraría que pasó una noche entera y que el sol salía de nuevo en mi etílico despertar, cuando en la sobria realidad aun no se había escondido… De ahí, nuestras piernas irlandizadas nos llevaron a un, ahora sí, cálido y amigo concierto de típica música irlandesa. Aunque a mi me diera la impresión de que el vagar sin rumbo fijo nos llevó a ese idílico lugar, en realidad era nuestro objetivo encontrarlo. ¡Que buena tarde pasamos entre flautas y violines! Sin duda fue el mejor momento proporcionado por el patrón de la isla y su gélido día (aunque a esas alturas de la jornada ya no cabía el frío en mí). Grandes círculos humanos bailando al más puro improvisado estilo irlandés, brazo con brazo, en forma de gancho, dando círculos entre la gente entre brinco y brinco; que alegría, que parranda y que aromas de cebada… Diría que fue una tarde mágica, aunque si la recordara mejor aún podría llegar a otro nivel metafísico en mi memoria. Para mí, ahí empezó y acabó el día de los irlandeses, porque lo que vino después no fue más que una fiesta etilizada de un fin de semana común en un piso cualquiera.

lunes, marzo 13, 2006

Bad girls...

 Posted by Picasa

Arno, and his balloon

Sometimes you need to change,
the rutine can bore a wild spirit,
the monotony can make you doubt about the people who is surrounding you,
you can make hard decisions which feed the change needed,
and certainly you can feel better after new experiences,
but you can't never forget that your life sooner or later won't move,
you will have to feel good with the same for years,
sometimes you think you are bored of somethings
and maybe there is still a whole world to discover...
 Posted by Picasa

AS USUAL

Bertrand naked in a party??
What a surprise...
 Posted by Picasa
For me this picture is the winner!!!
How do you imagine the party ended?
 Posted by Picasa
Not bad...
 Posted by Picasa

Contest!!! Which picture you like the most??

 Posted by Picasa

Seductores

Bertrand, Marine and me trying to seduce the camera...just trying.
 Posted by Picasa

jueves, marzo 09, 2006

LINKS

Com podeu veure he agefit tres nous links al blog:
Como podeis ver he anadido tres nuevos links al blog:
As you can see I have added three new links to the blog:

www.desdelbosque.blogspot.com
www.fotolog.com/surinyol
www.radiochango.com

Bona informacio, bones imatges, bones reflexions...bones sensacions.
Buena informacion, buenas imagenes, buenas reflexiones...buenas sensaciones.
Good information, good pictures, good thinkings...good feelings.

miércoles, marzo 08, 2006

LOVE ME
 Posted by Picasa

martes, marzo 07, 2006

El Rencor

En un desgaciado sábado de Febrero Dublin se llenó de rencor.
Poca gente con la que he hablado sabe si fueron los unos o los otros,
seguramente fueron todos.
Esa tarde, en pocas horas, se plasmó ese conflicto que se remonta al siglo XVII,
ese conflicto que arrastra odio entre pueblos hermanos.
Pues sí, esa tarde Irlanda volvió a estar dividida.
Esa tarde el Domingo Sangriento volvió a aparecer en esas mentes perturbadas por tantos y tan tristes recuerdos.
Esta imagen no solo refleja destrucción y mero bandalismo,
es la más amarga lección de historia:
éste es el retrato del rencor.
 Posted by Picasa

Mi infancia

Hoy he recibido un e-mail de una buena amiga donde me hablaba del retorno al hogar y de los recuerdos de su infancia, de cómo se desplazaba al pasado con solo sentir un olor, con solo ver una imagen… Entonces yo también me he desplazado a esos años que, aunque parezcan remotos, están a una página de libro en el gran manuscrito del tiempo. Sí, he vuelto a correr libre por los campos de maíz con mis amigos del barrio, hemos vuelto a perseguirnos por entre las mazorcas, cayendo una y otra vez en el barro y levantándonos aprisa por atrapar a ese intrépido aventurero. Hemos vuelto a oír los gritos del granjero ofuscado por nuestra inocente y anticipada cosecha, hemos vuelto a pedalear como si nos fuera la vida por esos caminos de tierra que nos llevaban en medio de ninguna parte, hemos vuelto a perdernos en los bosques y prados de nuestro hogar. Con ansias buscábamos construir la mejor cabaña del mundo, nos apresurábamos a recoger material de donde fuera y, imaginándonosla ya construida, nos sentábamos a comentar nuestra gran obra sin aún estar levantada. Y qué decir de esas tardes descubriendo casas en obras, en que nos convertíamos en paletas, arquitectos y diseñadores y “ayudábamos” a que los trabajadores, el próximo lunes, tuvieran la casa ya casi culminada… Que libres éramos, todo nos era permitido, no cabía temer nada excepto el grito o la campana del hogar que nos decían que se empezaba a acabar el día. Recuero mi padre saliendo de casa y a pulmón abierto gritar nuestros nombres al aire; esperaríamos a que el tono se volviera más amenazante y entonces volveríamos corriendo. ¿Y los gritos? para mi querido hermano, porque suya era la responsabilidad; que bueno era tener un hermano mayor… aunque después, de su parte, yo recibiera una más dura parte de culpa. ¿Y los árboles? ¿Qué mejor regalo que un gran árbol? Con ellos brincábamos, volvíamos a nuestros simiescos ancestros, nos dotábamos de las más poderosas espadas, de los arcos más ligeros y de las lanzas más precisas, nos sentábamos a su falda a jugar con improvisados personajes o, paradójicamente, se convertían en víctima de sus armas. Nuestro mayor miedo era el paso del tiempo, nuestra mayor virtud el descubrir tras haber descubierto, nuestra mayor suerte era nuestra propia infancia, nuestro bravura era nuestra inocencia, y así los días trascurrían entre arañazos y huidas épicas; el aburrimiento no era una opción, no cabía en nuestras vidas la necesidad de una video consola o un juego de rol, porque nuestras aventuras eran sentidas a flor de piel, nos bastábamos de nuestras mentes para crear parajes caballerescos, feroces enemigos y heroicas cruzadas. Si por casualidad un día nos daban a probar una de estas maquinitas en las que solo se tenían que pulsar cuatro botones, en breve llegaba nuestro aburrimiento y transformándose en curiosidad nos impulsaba a desmontar pieza por pieza ese tramado de cables y lucecitas. Y es que la diversión dependía de nosotros mismos, nacía y crecía en uno mismo y pocas veces algo externo tenía que proporcionarnos distracción; en todo caso, elegíamos con inconsciente sensatez lo que debían aportarnos nuestras tardes. Este texto me hace sentir más afortunado si cabe, más lleno por lo vivido, y en ningún momento me oiréis quejarme por lo que no tuve en mi niñez, porque desde mis 21 años veo que todo lo he tenido, aunque mi lista de reyes no se materializara por completo, aunque en mi cumpleaños no recibiera tantos regalos como quería, aunque no recibiera ningún presente de Comunión… Tuve la suerte de tener unos padres que me dieron todo lo que necesitaba para mi felicidad, me mostraron la naturaleza y me enseñaron, con mucho amor, a respetarla. Me enseñaron unos valores universales que hasta hoy son el pilar de mi existencia y, sobretodo, me dieron libertad. Tuve un hermano que me instruyó a base de visceralidad y pillería, que fue mi más fiel protector y yo su joya más preciada. Con él no cabía temer nada. Solo me queda decir que por nada querría cambiar mi pasado, y por tanto, por nada voy a temer mi porvenir.
 Posted by Picasa