martes, abril 18, 2006

Conversación fuera del montón

- ¿Qué piensas?
- ¿De qué?
- Hombre, te diria de como está montado todo para resumirlo un poco...
- Pues me lo pones fácil y difícil...pero, ¿me lo preguntas así, en términos tan generales?
- Bueno, puedes concretar todo lo que quieras...
- ¡Pero nos podemos pasar un buen rato, porque mi respuesta es corta pero no su justificación!
- ¿Acaso tienes prisa? ¿Acaso este mundo insano te ha contagiado esa prisa por vivir? ¿Acaso perdiste ya la capacidad de valorar una buena oportunidad?
- No, no, yo lo decía por ti, a mi me parece muy bien esa pregunta y tenemos toda una vida para ir respondiéndola, y para empezar te diría que este insana sociedad aun no me ha atrapado ni en su concepto del tiempo ni en su escala de valores.
- ¿Cómo puedes decir eso? ¿Acaso no estás metido hasta el cuello en este círculo vicioso llamado sociedad? ¿Acaso no actúas e interactúas en este circo cada día?
- Claro que actúo e interactúo, ¡pero eso no quiere decir que me haya atrapado o que mane mis ciegos actos! Yo soy consciente de que estoy aquí metido pero la sociedad no me impone ni sus valores ni su concepto del tiempo, es decir, que atrapado es el que nunca puede salir; yo en un momento determinado puedo salir, evadirme, encontrar paz, pero lo que no puedo hace es evadirme constantemente, moriría de pena y aislamiento. Y además ¿Acaso estamos solos?
- Hey, ¡La pregunta te la hice yo a ti!
- Bueno, al ver que compartimos ideas, las podemos exponer y mirar de sintetizar. ¿Estás de acuerdo con mi argumento?
- Si no lo estuviera no viviría. ¿El estar solo en ciertos momentos, o rodeado de incomprensión, te hace dudar o te reafirma en tu condición?
- Esta pregunta es clave: no dudo de mi condición, nunca. Pero el sentimiento de soledad y la consecuente tristeza hacen que te refugies en banales conversaciones y risas vacías, pero es normal. Actúas e interactúas, no trates de evitar todo aquello con lo que estás disconforme porque acabarías viviendo con los huicholes en los desiertos mejicanos. Tolera, pero muéstrate disconforme. No acuses, observa y juzga por y para ti mismo. Las opiniones en estos días pueden ser muy influyentes, utilízalas solo cuando lo creas necesario. Y sobretodo: nunca dudes, complementa tus ideas. ¿No creerás que estamos solos?
- No, pero cuanta soledad encontramos ¿Verdad?
- Cierto, ¿Soledad reafirmadora? ¿Identidad solitaria? ¿Soledad necesaria? ¿Acaso no valoras más la comprensiva compañía cuando la encuentras?
- Eso es una gran verdad, ¿pero acaso no anhelas estar rodeado siempre de ese cálido mar de comprensión humana?
- Sí, ¿pero acaso crees que podrás estar siempre rodeado de gente que te entienda? La mitad de nuestra vida nos la pasaremos vagando solitariamente conversando con nosotros mismos. Pero la vida no solo se trata de estar rodeado de gente y que ellos apoyen tu pensar, tenemos que aprender a vivir con nosotros mismos, aprender a ser independientes en nuestro pensar…Yo he aprendido a que la felicidad dependa de mi siempre que sea posible. ¿Para qué dejar en manos de otros nuestro corazón?
- Pero tienes que ser muy fuerte para conseguir esto, y ¿Cuántas veces no puedes controlar tu corazón? ¿En cuantas ocasiones tu felicidad se te escapa de las manos? ¿Acaso no hay veces?
- Es como te digo; siempre que puedas... muchas veces es incontrolable, pero para todo lo demás puedes intentar serlo.
- Pero por ti mismo nunca conseguirás la felicidad que puedes alcanzar con otra persona que te sumerja en su entendimiento…Y entonces siempre anhelarás esa situación.
- Hay que tratar de alcanzar un grado de felicidad mínima, ¡siempre puedes ser feliz, estés solo, con pocos o con muchos! ¡La cosa está en que si estando solo ya eres feliz, imagínate cuando estás bañado en amor!
- Por lo que me dices ¿tu anhelas el amor?
- Lo anhelo, pero soy feliz. Supongo que son grados de felicidad, al igual que grados de libertad individual, grados de independencia vital. El amor te da y te quita, como todas las cosas en la vida. Se trata de un equilibrio vital y de saber encontrarlo en cada momento. Cuando el amor entra en juego ganas mucho, pero también tienes que ceder, de eso no hay duda. El anhelar algo puede darte la sensación de que no vives como querrías, pero, si te paras a pensar, a lo mejor estás viviendo como quieres vivir realmente, cuando el amor llegue ya cambiaremos de plan y anhelaremos lo que dejamos atrás, ¡Como siempre! La cosa está en que si algún día encuentro el amor, tengo que estar seguro de que todo lo que hasta entonces habré vivido ha sido mi vida, completa y sin anhelos. ¿Entiendes?
- Ya veo, vivir con lo que se tiene en cada momento, adaptarse a la situación dada. ¿Entonces perseguir una meta va en contradicción a todo eso? ¿O buscar el amor?
- Supongo que para responderte a esta pregunta debo decirte que hay metas y metas. El amor no es una meta; es algo que tarde o temprano te encuentra y, de hecho, a estas alturas de mi vida me ha encontrado y me ha dejado ya en alguna ocasión. Las metas son cosas que estás dentro de tu alcance. Es lo que te decía antes sobre conseguir la felicidad por uno mismo, fijarte metas que puedes alcanzar solo. Cosas para la ejecución de las cuales no necesitas a nadie. Para el amor hace falta otra persona, y el cuando y donde encontrarla mucho me temo que no depende de nosotros.
- De acuerdo. Supongo que poca gente habrá encontrado el amor saliendo a buscarlo un martes a las nueve de la mañana en las Ramblas de Barcelona…para poner un ejemplo. ¿Así pues, me dices que la felicidad tiene que ir ligada más al amor propio que al amor ajeno?
- Exacto. El amor propio construye tu felicidad, el amor ajeno la complementa. ¿Pero, volviendo atrás, empezamos preguntándonos como estaba montado todo? ¿No crees que el plantearnos tantas cuestiones alrededor de la felicidad y el amor es un producto de nuestra sociedad y de esa escala de valores que te marca como ser feliz?
- Por lo que me has estado contando y por mis propias ideas creo que no. Nuestro concepto de felicidad va más allá de lo marcado por nuestro entorno social: la primera premisa para la felicidad según esta podrida sociedad es que no puedes conseguirla solo, necesitas alguien o, lo que es peor, algo…Nosotros en todo caso necesitamos comprensión humana.
- ¡A ser posible debemos conseguirla solos!
- ¡Pues aun con más razón estamos fuera del marco social de valores! Nuestras existenciales preguntas sobre la vida, la felicidad y el amor tienen la misma raíz que esas conversaciones nacidas en la Antigua Grecia o en la Ilustración de boca de los más ilustres pensadores. Esta conversación misma nos excluye del montón, nos eleva hacia una visión no viciada, no corrupta de las cosas y nos da la razón y las armas para seguir así; pensando. Posted by Picasa