La helada en el jardín

El sol asoma friolero abriéndose paso entre la escarcha que paraliza el aire, los gorriones empiezan a cantar temerosos de que su silencio les quite vida, les hiele, les muera… La helada en el jardín, blanco manto que todo lo cubre, cristales cegadores hijos del joven invierno que poco a poco se van derritiendo. Desde mi artificial tribuna observo la escena paralizada, inmóvil en el tiempo, eterna paz que tantos llantos aleja, me enajena de la realidad, me pierde en la inconciencia del ser, me desprendo de mi cuerpo para dejarme caer de lo alto de una húmeda hebra, me deslizo tranquila pero vertiginosamente alimentando la armonía del deshielo, me estrello contra el suelo. La helada en el jardín, sigue cantando.
Druida