miércoles, noviembre 16, 2005

Fragmentos de un diario de viaje

Y aquí estamos de nuevo: hemos vuelto al punto de partida. Lo aprendido en estos veintinueve días: mucho...Por donde empezar? Creo que lo mas importante es percatarse de que cuando mas bella ves la vida, mas posibilidades hay de que embellezca. Que cuanta mas gente conoces, más ansias y más posibilidades hay de conocer. Que cuanto mas viajas, más del mundo se siente uno, y más acogedor este se vuelve. Lo único que nos impide movernos de territorio en territorio son las distancias, pero estas se hacen pequeñas a medida que tu mente se ensancha, tus prejuicios mueren y tus miedos perecen. Si la gente cada día sale a la calle a vivir en sus respectivos barrios, porque razón no puedo yo estar allí? Ellos viven en ese lugar, conocen y no temen la vida...Y es que el punto clave es no temer el vivir. Es cierto que la vida da mil vueltas, que el mundo es un pañuelo, pero también es cierto que debes querer a la vida y amar al mundo para que este te muestre sus bellezas, y te brinde sus ventajas. En estos días pasados hemos conocido tanta gente, tantas culturas, tantas formas de ver la vida...como reaccionar ante tanta información, ante este incesante flujo de mentes? Abrir la tuya es el punto; esa frase a la que tantas veces recurrí en mi adolescencia me sigue dando la razón pues el mundo entero me respalda: libera tu mente, descubre las realidades que te rodean y aprende, sobretodo aprende. Uno no se puede cerrar, ya que el mundo es sorprendente y cada habitante tiene una pequeña parte del dentro de si. Y me encanta pensar que yo voy recogiendo toda esa información que el cosmos me ofrece y que la hago mía, para que la concepción del mundo que tengo, a cada paso, sea mas completa.