lunes, octubre 10, 2005

Fragmentos

01-08-2005 Hotel Harmony (Caracas)

No se como describir la intensidad emocional, cultural y social con la que hemos vivido estos tres días… Hemos pasado de un extremo social al otro, de una opinión política positivista al polo opuesto, y del punto álgido del progreso cultural caraqueño a la parte más ignorante y poco cultivada (no por gusto, sino por exclusión social) de la capital venezolana.
Por una parte esta el claro e innegable contraste de formas de vida que nos encontramos en una ciudad que tiene 5 millones de habitantes censados, pero que en aquellas zonas marginales donde ni el censo no puede penetrar se ubican mas de 2 millones de personas. Pasas de la ciudad mas sucia en sus calles, mas ruidosa y contaminada por el caótico transito, los edificios mas viejos y medio en ruinas, los llamados “buhoneros”: gente que solo puede intentar vender miserables variedades a los coches que pasan, sin hogar ni comida diaria, invadiendo las calles y avasallándote con productos robados…pues si, pasas del mas puro tercer mundo con falsos resquicios de mundo occidental (cuyo reflejo lo muestran las empresas neocolonizadoras del primer mundo), a la mas moderna de las ciudades desarrolladas, con grandes hoteles de lujo, rascacielos de atareadas y adineradas oficinas, plazas monumentales al mas puro estilo “Trafalgar square” y con solo gente “bonita” paseando por sus limpias calles…Y todo esto, en una misma ciudad llamada Caracas.
Y el hecho es que los caraqueños del este raramente se sentirán identificados cuando les hablen de sucesos acontecidos en el Capitolio o el Silencio, porque ellos son de la Caracas del este; la Caracas moderna, y ese gran caos al que lleva la avenida Universidad no es su ciudad. Es la muestra mas clara de cómo uno de los países mas ricamente dotado del mundo puede entrañar la paradoja mas increíblemente injusta.
Buscando el fondo de la cuestión llegas a pensar que es un problema de mala gestión endémico; la gran lacra tantas veces repetida de la corrupción en los gobiernos latinoamericanos. Y cuando, andando con pies de plomo, preguntas a varios personajes de toda la vida caraqueños y cultivados en política sobre el actual gobierno socialista pro-comunista Hugo Chávez, te quedas perplejo al ver como la opinión de tres personas te esclarece mil dudas, destruye mil opiniones creadas y genera una extraña controversia mental imposible de resolver. Aun nos quedaban muchas opiniones por escuchar en los días venideros.