domingo, noviembre 25, 2007

Una noche en el teatro

Un paso leve en el tiempo, una sensación inconmensurable, un volar por la eternidad de la vida y del sentimiento. Qué suerte tuve de despertar a tiempo.

Teatro mágico como mágico el momento que me circundaba: el brillo de mis tintineantes pupilas reflejaba esas luces que ensalzaban la majestuosidad del escenario curtido por el paso de los años y de la bohemia intransigente, paredes bufadas por la humedad mediterránea, y por tantas lágrimas de llanto y de risa derramadas. Los viejos cortinajes, de la mano de los gastados escalones, sonreían a un público entregado por la desbordante parálisis temporal que invadía cada consciencia viva.

Sí, no se trataba solo de un canto, de un cuento, de un tango... era mucho más: era ese indescriptible hilo de luz y chispas que atravesaba cada alma, almas llameantes por las erupciones de placer y gozo, que a cada segundo convertían los apagados rincones del pensamiento y del mundanal desvarío en levedades livianas y eternas. Digo eternas, porque eternas serían las memorias allí cosechadas. Eternas serían las imágenes de virtuosa despreocupación, y eterna la desinteresada entrega que todos deberíamos dejar en la vieja entrada de ese alegre tristón de ojos verdes, rojos, azules y amarillos.

Todos éramos cómplices. Cómplices en una noche de noviembre, en la que hicimos y deshicimos la historia a nuestro antojo, pues nuestro fue el París del siglo XIX, nuestra la Argentina de tango y copa, y, sobretodo, nuestro fue el presente de corazones palpitantes, ojos desorbitados, de mandíbulas desencajadas por la substancia más embriagadora que existe: el amor al arte y a la vida.

Teatreros, guerrilleras, luchadores, hechiceras, descubridores, pioneras, vividores... artistas de la vida y del amor, ahí va este homenaje a todos los que en cualquier lugar del mundo y del tiempo sintieran, como yo, revolotear feníceamente en su más profundo interior las alas del gozo, del placer y del esplendor de una noche en el viejo teatro de la Calle Carders.

Ruben Suriñach Padilla

25-11-2007